La catedral de Granada: Joya del Renacimiento Español y Patrimonio de Andalucía

Hay edificios que se visitan, y hay otros que se viven. La Catedral de Granada es de los que se viven. Porque no es solo una iglesia monumental en el corazón de la ciudad; es una declaración de intenciones en piedra, mármol y luz.
Hay edificios que se visitan, y hay otros que se viven. La Catedral de Granada es de los que se viven. Porque no es solo una iglesia monumental en el corazón de la ciudad; es una declaración de intenciones en piedra, mármol y luz. Es el lugar donde la Granada musulmana se transformó en cristiana, donde el arte gótico cedió el paso al Renacimiento con acento andaluz, y donde la historia se hizo arquitectura… con toda la pompa y circunstancia del siglo XVI.
Oficialmente se llama Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la Encarnación. Suena largo, sí, pero también rotundo y solemne, como corresponde a una obra que quiso marcar un antes y un después. Porque esta catedral no fue construida en cualquier lugar, ni en cualquier momento: se levantó en el mismo corazón de la Granada recién conquistada por los Reyes Católicos, como símbolo del nuevo orden, del poder, de la fe… y, por qué no, también de la estética imperial que empezaba a asomar por Europa.
Pero más allá de las fechas y los nombres ilustres, la Catedral es emoción, escala, asombro. Te lo dice el cuello cuando miras hacia sus bóvedas altísimas, te lo dicen los ojos cuando se pierden en los detalles de sus pilares, y te lo dice el alma cuando entras y sientes esa mezcla de respeto, belleza y un poquito de vértigo.
¿Renacimiento español? Sí, y de los buenos. Aquí el arte no es solo adorno: es discurso. Cada capilla, cada retablo, cada línea de la fachada habla de una Granada que dejaba atrás la media luna para abrazar la cruz, que cambiaba la caligrafía árabe por pilares encastrados, y que convertía los antiguos espacios musulmanes en escenarios para un nuevo relato.
¿Quieres entender Granada? Empieza por su catedral. No como turista que mira, sino como viajero que escucha. Porque este templo no solo encierra arte y fe: guarda los ecos de un cambio profundo, de una ciudad que aún hoy sigue negociando con su pasado. Y sí, también guarda un buen puñado de secretos y curiosidades que en What2see Granada estamos deseando contarte.
Así que abre bien los ojos, agudiza el oído… y ven con nosotros a recorrer una catedral que no solo se mira: se siente.
¿Cómo llegar a la Catedral de Granada?
Ubicada en pleno corazón palpitante del centro histórico, la Catedral de Granada no necesita presentación… pero sí buenas indicaciones. Se alza en la Plazade las Pasiegas, como una joya en mitad del laberinto urbano, entre tiendas, teterías y siglos de historia superpuestos.
Y como todo buen tesoro, llegar hasta ella puede ser tan sencillo o tan caótico como tú decidas. Por eso aquí te damos nuestras recomendaciones para acercarte sin estrés y disfrutando del camino.
A pie: la opción con más encanto (y más lógica)
Si te alojas en el centro de Granada, no lo dudes: la mejor manera de llegar a la catedral es caminando. De paso, te regalas una ruta urbana que incluye joyitas como la Capilla Real, la Alcaicería, o las coquetas plazas adyacentes, donde la fachada de la catedral se luce como modelo en pasarela.
Además, caminar por Granada no es solo moverse: es dejar que la ciudad te hable en cada esquina, entre empedrados, callejuelas moriscas y escaparates que huelen a pan recién hecho.
En autobús: ideal si vienes desde el Albaicín o más allá
¿Estás alojado en barrios con más cuestas que el Tour de Francia? No hay problema. Granada cuenta con una red de minibuses urbanos muy práctica, especialmente útil para quienes vienen desde zonas como el Albaicín, el Realejo, o incluso la estación de tren o de autobuses.
Las líneas 8, 21, 33, C31, C32 y C34 te dejarán a pocos minutos de la catedral, normalmente por la Gran Vía o la calle Reyes Católicos.
En coche: solo si no tienes otra opción (y mucha paciencia)
Lo decimos con cariño: venir en coche al centro histórico de Granada no es buena idea, a menos que te guste jugar al Tetris con el tráfico, las restricciones y los parkings. El centro tiene zonas de acceso limitado (ZTL) y muchas calles son peatonales o de tráfico restringido.
Si aun así decides conducir, te recomendamos aparcar en uno de los parkings públicos cercanos, como el de San Agustín o el de Triunfo, y continuar el resto del trayecto a pie. Piensa que cuanto antes aparques… ¡antes empiezas a disfrutar!
Desde otros puntos turísticos: una visita entre monumentos
Una de las mejores cosas de la Catedral de Granada es que forma parte de un centro monumental súper compacto. Desde aquí estás a tiro de piedra de la Capilla Real, de los restos de la Alcaicería nazarí, de la Plaza Bib-Rambla (ideal para un helado o una tapa) y, si te animas a caminar unos 20 minutos cuesta arriba, también puedes llegar a los accesos de la Alhambra.
Vamos, que más que “cómo llegar a la Catedral”, la pregunta es cómo no acabar quedándote todo el día por la zona.
Y ya que vas a llegar, hazlo con los ojos bien abiertos: Granada no solo se visita, se descubre paso a paso. Y si es de la mano de una buena historia (y de What2see Granada), mejor que mejor.
¿Listo para que te contemos todo lo que no sale en los folletos turísticos?
¿Cuándo se puede visitar la Catedral de Granada?
Los horarios de visita de la Catedral de Granada son:
De lunes a sábado: de 10:00 a 18:15 horas (cierre de puertas a las 18:45)
Domingos y festivos: de 15:00 a 18:15 horas (cierre de puertas a las 18:45)
Es importante tener en cuenta algunas consideraciones sobre los horarios:
Durante celebraciones religiosas especiales, los horarios pueden modificarse sin previo aviso.
En días festivos como Navidad (25 de diciembre) y Año Nuevo (1 de enero), la catedral permanece cerrada.
Para las fechas importantes del calendario litúrgico, como Semana Santa, se recomienda consultar los horarios específicos.
Los precios de las entradas a la Catedral de Granada son:
Entrada general: 7€ (incluye audioguía)
Estudiantes menores de 25 años con carnet: 5€
Personas con discapacidad acreditada: 5€
Menores de 12 años: Entrada gratuita
Colegios de Granada y provincia (menores de 25 años y en horario lectivo): gratuito
También existe la opción de adquirir entradas combinadas para la Catedral de Granada y Capilla Real, lo que resulta más económico que comprar las entradas por separado.
¿De qué estilo es la Catedral de Granada?
Si alguna vez te has quedado mirando la Catedral de Granada pensando: "¿Pero esto qué es?", no te preocupes, no estás solo. Lo cierto es que la Catedral no cabe en una sola etiqueta. Es como esos amigos que han vivido en tres países, hablan varios idiomas y mezclan costumbres sin despeinarse: un verdadero cruce de estilos y épocas.
Y no por capricho. La Catedral de Granada tardó más de 180 años en construirse. ¡Casi dos siglos! Y claro, en ese tiempo cambian los reyes, los arquitectos, los gustos… y hasta las ideas sobre lo divino y lo humano.
Vamos a desmenuzarla con calma, como quien saborea un buen pionono (que, por cierto, te puedes comer justo después de la visita).
Los cimientos góticos: la idea original que no cuajó (pero dejó huella)
Todo empezó con Enrique Egas, un arquitecto curtido en grandes obras religiosas. Su idea inicial, allá por 1523, era levantar una catedral gótica, al estilo de Toledo o Sevilla: altas, solemnes, con muchas nervaduras, cinco naves y un aire de “aquí se reza, pero con respeto”.
Este diseño gótico se empezó a ejecutar, y de hecho la planta del edificio mantiene esa base, como un esqueleto oculto. Pero pronto llegó un cambio de guion que lo alteró todo…
Renacimiento al poder: Diego de Siloé entra en escena
Y entonces apareció él: Diego de Siloé, un artista con alma de arquitecto (o al revés), recién llegado de Italia con ideas fresquísimas del Renacimiento. Siloé no se anduvo con medias tintas: dio un giro radical al proyecto, pero sin tirarlo todo por la borda. Tomó esa planta gótica que ya estaba en marcha y la elevó, literalmente, con una nueva estructura renacentista que introducía armonía, luz, proporciones clásicas y un toque de genialidad muy personal.
El resultado fue algo nunca visto: una catedral de alma gótica, cuerpo renacentista y espíritu granadino. Un monumento que respira clasicismo sin renunciar a sus raíces medievales.
Fachada barroca: el toque final con dramatismo y gloria
Pero claro, una obra tan ambiciosa no iba a terminar tranquila. A finales del siglo XVII, otro gran nombre entra en juego: Alonso Cano, artista total (escultor, pintor y arquitecto) y genio del Barroco. A él le debemos la majestuosa fachada principal, diseñada en 1667 como un gran arco de triunfo que te deja boquiabierto incluso antes de cruzar el umbral.
Esta fachada es puro teatro barroco: tres vanos, esculturas de San Pedro y San Pablo y un medallón de la encarnación que es quien le da su nombre.
Y por dentro… ¡espacio, luz y belleza a raudales!
El interior de la Catedral es otro espectáculo. Lo primero que notas es la amplitud: cinco naves que se abren como abanicos de mármol, con la central más alta que las demás. Las columnas corintias —altísimas y esbeltas— elevan la mirada hasta las bóvedas de crucería, que combinan estructura gótica con decoración renacentista.
Pero lo más sorprendente es la luz: entra a raudales por las vidrieras y baña cada rincón con una calidez que no esperas en una iglesia de estas dimensiones. Aquí no hay oscuridad solemne ni pesadez medieval: hay claridad, aire y belleza monumental, como si la arquitectura estuviera cantando un himno a la nueva Granada.
¿Te animas a descubrirla con nosotros en una ruta con historia, arte y alguna anécdota inesperada?
En What2see Granada, te la contamos como nadie… con pasión, rigor y un par de chistes malos incluidos.
¿Quién mandó construir la Catedral de Granada?
Pongámonos en situación: año 1492. Mientras Cristóbal Colón se embarca rumbo a lo desconocido y media Europa cambia de página, en Granada acaba de escribirse el último capítulo de la historia andalusí. Los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, entran triunfantes en la ciudad y, con ellos, llega un cambio que no solo fue político o militar, sino también espiritual, urbano y simbólico.
Y aquí es donde empieza nuestra historia: con una idea que iba mucho más allá de levantar una iglesia bonita. Lo que se quería construir en el corazón de la nueva Granada era un mensaje de piedra, una afirmación rotunda: “Esto ya no es Al-Ándalus. Esto es el corazón del nuevo mundo cristiano.”
El sueño de los Reyes Católicos: una Granada transformada
Tras la conquista, los Reyes Católicos no perdieron el tiempo. Granada, que había sido capital del último reino nazarí, debía renacer como modelo de ciudad cristiana. Y como todo buen reinicio necesita su gran símbolo, pensaron: "¿Y si levantamos aquí una catedral que lo diga todo sin necesidad de palabras?"
Así nació la idea de una catedral monumental que no solo sirviera para rezar, sino que representara el inicio de una nueva era. Una era en la que la religión, el poder político y la arquitectura caminarían de la mano.
Pero ojo: Isabel y Fernando no llegaron a ver ni una sola piedra colocada. La idea se quedó en el aire... hasta que llegó su nieto con aún más ambición.
Carlos V: el emperador que convirtió la idea en imperio de mármol
El nieto de los Reyes Católicos no era cualquier nieto. Era Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, rey de media Europa y señor de los mares. Un joven con ideas muy claras: Granada debía convertirse en joya de la corona imperial. Y no solo por belleza, sino por significado histórico y político.
Carlos no solo impulsó la construcción definitiva de la Catedral de Granada, sino que la integró en un megaproyecto de ciudad imperial que incluía:
La conversión de Granada en el panteón de la nueva dinastía de los Austrias.
La creación de un centro de poder político y religioso a la altura de su imperio.
La remodelación del paisaje urbano con obras tan ambiciosas como el Palacio de Carlos V en la Alhambra, la fundación de la Universidad o la instalación de la Real Chancillería.
Una catedral para el alma de un imperio
La Catedral de Granada no se planteó como una más del montón. Era el corazón simbólico del nuevo orden. Una declaración de intenciones levantada en el mismísimo centro de la ciudad musulmana, sobre los restos de la antigua mezquita mayor. No había mensaje más claro.
Cada columna, cada bóveda y cada capilla están impregnadas de esa visión imperial y cristiana del mundo. Aquí no se trataba solo de fe: se trataba de construir poder, identidad y memoria. Un monumento que dijera: “Hemos vencido, y aquí empieza algo nuevo.”
Y lo lograron: hoy, la Catedral de Granada no solo es un hito del Renacimiento español, sino también una cápsula del tiempo que encierra el espíritu de una ciudad en transformación.
Y si quieres entender cada rincón, cada símbolo y cada giro del destino que la hizo posible…
vente con nosotros. Te lo contamos caminando. Y con pasión.
La historia de la construcción de la Catedral de Granada
Construir una catedral no es cosa de dos días… pero en Granada nos lo tomamos con calma: ¡casi dos siglos de obras! Como quien empieza un puzle gigante y va cambiando de piezas, de manos y hasta de diseño según la moda del momento. La historia de la construcción de la Catedral de Granada es una auténtica novela arquitectónica, llena de giros, genios, contratiempos y decisiones que lo cambiaron todo. ¿Te vienes a recorrerla paso a paso?
Fundación con vistas a un futuro glorioso
Todo empieza el 21 de mayo de 1492 (sí, solo unos meses después de la conquista de Granada). Ese día se funda oficialmente la catedral, dedicada a Nuestra Señora de la Encarnación, aunque —como no había edificio aún— se instala provisionalmente en la Mezquita Real de la Alhambra. Empezamos fuertes: una catedral cristiana alojada en el corazón del antiguo poder islámico. Toda una declaración de intenciones.
1494: Mudanza va, mudanza viene
Como si fuera un estudiante buscando piso, la sede catedralicia se va trasladando: primero al templo de Santa María en el Realejo, y luego a San Francisco Casa Grande. Granada aún está en pleno proceso de transformación, y la ubicación definitiva de la futura gran catedral todavía era un tema pendiente.
1506: Un primer proyecto... gótico, claro
El arquitecto Enrique Egas es el encargado del primer diseño. Su propuesta sigue la línea de grandes catedrales como Toledo o Sevilla: un templo gótico, con cinco naves y una verticalidad que apuntaba al cielo… y a los ideales de la época. El Renacimiento aún no había llegado con fuerza, y el gótico seguía mandando.
1523: ¡Ahora sí! Primera piedra y mucha emoción
El 25 de marzo de 1523, festividad de la Encarnación, se coloca solemnemente la primera piedra. ¿El lugar elegido? Nada menos que el solar de la antigua mezquita mayor de Granada, justo en el corazón del nuevo centro cristiano. Un momento histórico que marcaba el inicio de una construcción larga, compleja y cambiante.
1528: Entra en escena Diego de Siloé y todo cambia
Aquí empieza el gran giro de guion. Diego de Siloé, un joven arquitecto que venía de empaparse de arte clásico en Italia, toma las riendas y dice algo así como:
"Vamos a hacerlo a lo grande. Gótico, sí, pero con alma renacentista."
Y vaya si lo hizo. Siloé fusiona la planta gótica con una estructura plenamente renacentista, llena de armonía, proporción y luz. Revoluciona el proyecto respetando la base, pero dándole alma nueva. Y así, Granada se convierte en pionera del Renacimiento en España.
1563: Tras la muerte de Siloé, continúan las obras… hasta que se paran
Después de la muerte del maestro, su discípulo Juan de Maeda continúa las obras, pero la rebelión de los moriscos en 1568 lo paraliza todo durante un tiempo. Como ves, la historia de esta catedral no solo se escribió con planos y escuadras, sino también entre tensiones políticas y religiosas.
1667-1684: Alonso Cano firma la gran fachada barroca
Y cuando ya creíamos que todo era Renacimiento… ¡boom! Barroco al canto. Entra en escena Alonso Cano, pintor, escultor y arquitecto con genio y estilo propios. En 1667 diseña la espectacular fachada principal, con su aire de arco de triunfo.
Aunque Cano fallece ese mismo año, José Granados de la Barrera y luego Melchor de Aguirre se encargan de continuar su diseño. El resultado: una de las fachadas más elegantes y originales del Barroco español.
1704: ¡Por fin! Catedral terminada (o casi)
Después de 181 años de construcción, en 1704, bajo el arzobispado de Martín de Ascargorta, se colocan las últimas bóvedas. Granada ya tenía su catedral. Una catedral que no era gótica, ni totalmente renacentista, ni enteramente barroca... sino todo a la vez. Una joya de transición, una enciclopedia de piedra que cuenta la evolución del arte español en vivo y en directo.
Una catedral con más capas que una lasaña histórica
Por eso, cuando entres en la Catedral de Granada y levantes la vista hacia esas columnas gigantes o te pares frente a su fachada monumental, no pienses que es "una más". Piensa que estás entrando en una obra colectiva de varias generaciones, donde cada época dejó su huella y cada arquitecto puso algo de su alma.
Y si quieres entenderla de verdad...
ya sabes quién te la cuenta con humor, rigor y muchas ganas de compartir historia caminando.
What2see Granada.
Turismo cultural con alma... .
Elementos destacados de la Catedral de Granada
Dicen que en cada rincón de la Catedral de Granada hay una historia esperando ser descubierta, una pincelada de arte que no se ve a simple vista, y un detalle que te hace parar los pies y abrir bien los ojos. Porque no, esto no es solo un “templo bonito” más. Es un museo de arte sacro en activo, una sinfonía visual del Renacimiento español y barroco. Te contamos lo más destacado:
La Capilla Mayor: donde el arte y la historia se dan la mano
Aquí no se andaban con medias tintas. La Capilla Mayor fue concebida como el gran panteón de los Austrias, el espacio que debía impresionar a propios y extraños, y que aún hoy nos deja con la boca abierta. ¿Qué tiene de especial?
Una planta semicircular que da un aire casi teatral al espacio.
Grandes pilaresencastrados, sosteniendo un entablamento monumental con arcos acasetonados.
Un ciclo pictórico sublime: siete lienzos sobre la Vida de la Virgen pintados por el genio granadino Alonso Cano, que aquí se luce como artista total.
Una sillería del coro para quedarse embobado mirando.
La Fachada Principal: barroco con firma (y con mensaje)
No hace falta ser arquitecto para enamorarse de esta fachada. Diseñada por Alonso Cano (sí, el mismo de los lienzos de la Capilla Mayor), es como un gran arco de triunfo barroco clavado en el corazón de Granada. ¿Qué hay que mirar con lupa?
Tres vanos majestuosos, que no son capricho: representan las tres naves del interior.
Medallon de arcangel San Gabriel y sus símbolos (el león, el toro, el águila y el hombre). Un cómic en piedra, versión siglo XVII.
En el centro, un relieve de la Encarnación esculpido por José Risueño, que resume el mensaje espiritual del templo.
Las Capillas : 15 rincones, 15 historias
Si crees que todas las capillas son iguales, prepárate para cambiar de idea. La Catedral de Granada alberga quince capillas, cada una con personalidad, arte e historias propias:
Capilla de la Trinidad: Un espectacular retablo barroco que parece arder en oro y devoción.
Capilla de San Miguel: Lugar de descanso eterno de Alonso Cano, como un homenaje en casa propia.
Capilla de la Virgen de la Antigua: Dedicada a la primera patrona de la ciudad, anterior incluso a la Virgen de las Angustias.
Y si te gusta jugar a explorador, te retamos a encontrar los detalles escondidos en cada una: una firma oculta, un ángel travieso, una lágrima de mármol.
Los Órganos: música celestial (y monumental)
Si estas paredes hablaran, sonarían como uno de estos órganos. La Catedral cuenta con dos órganos barrocos gemelos que son una maravilla tanto para el oído como para la vista:
Fueron construidos por Leonardo Fernández Ávila: uno en 1744 (lado de la epístola) y otro en 1749 (lado del evangelio).
Están ubicados en tribunas altas, decoradas con esculturas de Alonso de Mena, otra estrella del arte granadino.
El del lado de la epístola conserva su maquinaria original y más de 4.000 tubos. Casi como tener una orquesta entera escondida entre ángeles tallados.
Las Vidrieras: luz renacentista con mensaje divino
Los colores que bañan la catedral no vienen solo de los altares. También de las vidrieras del siglo XVI, auténticas joyas de luz y color:
Diseñadas por el gran Diego de Siloé (sí, el revolucionario del Renacimiento granadino).
Realizadas por Juan del Campo y Teodoro de Holanda, especialistas en pintar con cristal.
Representan escenas de la vida de Cristo y pasajes clave de la historia de la salvación.
Están consideradas de las mejores vidrieras renacentistas de España, y no lo decimos solo nosotros.
El Museo Catedralicio: cuando la fe se convierte en arte
¿Y si te dijéramos que uno de los museos más interesantes de Granada está dentro de la catedral y no lo sabías? En una de sus capillas se esconde el Museo Catedralicio, un cofre de arte sacro que merece una visita aparte.Información práctica para visitar la Catedral de Granada
Para aprovechar al máximo tu visita a la Catedral de Granada, ten en cuenta los siguientes consejos prácticos:
Horarios de misas en la Catedral de Granada
La catedral, además de ser un monumento histórico, es un templo vivo donde se celebran regularmente servicios religiosos:
Misas diarias: De lunes a sábado a las 9:30 y 13:00 horas.
Misas dominicales y festivos: 10:30, 12:00 y 13:00 horas.
Misas especiales: En festividades como Navidad, Semana Santa o el Corpus Christi, consultar horarios específicos.
Durante la celebración de las misas, las visitas turísticas se suspenden en las zonas donde se desarrolla el culto.
Recomendaciones para la visita
Duración recomendada: Entre 1 y 2 horas para apreciar adecuadamente todos los detalles.
Mejor momento para visitar: Los días laborables por la mañana suele haber menos afluencia de visitantes.
Visitas guiadas: Por supuesto, con nosotros!
Fotografía: Está permitido tomar fotografías sin flash en el interior.
Vestimenta: Al tratarse de un lugar de culto, se recomienda vestir con ropa adecuada que cubra hombros y rodillas.
Accesibilidad: La catedral dispone de accesos adaptados para personas con movilidad reducida, aunque por su carácter histórico presenta algunas limitaciones.
Visitas combinadas
Para optimizar tu tiempo en Granada, puedes combinar la visita a la catedral con otros monumentos cercanos:
Capilla Real: Adyacente a la catedral, alberga los sepulcros de los Reyes Católicos.
Iglesia del Sagrario: Integrada en el conjunto catedralicio, con una espectacular cúpula barroca.
Alcaicería: Antiguo mercado de la seda, a pocos metros de la catedral.
Plaza de Bib-Rambla: Tradicional plaza granadina con restaurantes y terrazas.
Madraza: Antigua universidad árabe, actualmente sede del Centro de Estudios Históricos de la Universidad.
La Catedral de Granada no es solo una joya arquitectónica ni un capítulo brillante del Renacimiento español: es una llave para entender la ciudad entera.
Porque sí, la Catedral es historia, pero también emoción, belleza y asombro. Es un testimonio en piedra de la grandeza cultural de una ciudad que fue cruce de caminos, laboratorio de civilizaciones y corazón palpitante del sur peninsular. Aquí rezaron reyes, crearon artistas, y hoy la recorren viajeros curiosos que vienen buscando algo más que fotos bonitas: vienen buscando sentido.
Y lo encuentran.
Así que si paseas por Granada y sientes que algo tira de ti hacia el centro… déjate llevar. Entra en la catedral. Levanta la vista. Mira las bóvedas, escucha el eco, sigue el color de las vidrieras y déjate empapar por esa mezcla única de arte, fe, poder, historia y humanidad.
Y si además quieres recorrerla con los ojos bien abiertos y una buena historia en los oídos, ya sabes dónde encontrarnos.
What2see Granada
Turismo cultural con alma… y mucho arte.
¿Te animas?